LAS ESTRELLAS DEL U-14

El Campeonato Sudamericano Femenino de Guayaquil tuvo rendimientos altos en cuanto a lo individual. Actuaciones que resaltaron durante todo el certamen y que seguramente, en un futuro cercano, darán que hablar dentro del continente y hasta mundialmente.

Primeramente, toca mencionar a la MVP y goleadora del torneo: Blanca Quiñónez. Tiene solamente 12 años; sí, doce, y un futuro enorme por delante. Rápida, atrevida y con una estatura muy por arriba del promedio. Supo jugar de espaldas y también de frente al aro y, de elegir esta última, rompió todas las defensas con un crossover infernal. Incontenible durante toda la cita, obligó a los entrenadores rivales a una doble y hasta triple marca sobre su humanidad. En la competencia tuvo una media de 21 puntos por juego y muchos partidos con más de 15 rebotes obtenidos.

Taissa Nascimento. Fue la que manejó el ritmo del campeón: Brasil. Alera grande (1,78 m.) de 13 años que también podía jugar abajo. Enérgica en su juego, atropellaba con éxito las retaguardias rivales utilizando de buena manera el euro step. Llevó la batuta de las suyas en todo el torneo y cuando las papas quemaban; como contra Ecuador (58-54 a favor en alargue); a ella la situación no le pesó y con mucha tranquilidad logró hacerse como figura del encuentro.

Juana Amaya. Base, de 13 años, muy inteligente del equipo nacional argentino, con excelente manejo de balón. La capitana condujo a las suyas con una visión de juego tremenda. Además, con un ritmo elevado obligaba a correr siempre a sus compañeras en las salidas de contra ataque. Intensidad en defensa y, en ataque, repartió muy bien el balón desde el pick and roll gracias a una envidiable mano para los pases.

Francisca Poblete (14 años). La chilena llevó en alto el honor de ser la capitana de su selección. Sinónimo de tranquilidad, inteligencia y criterio para jugar al baloncesto. Aguerrida en defensa y serena en ofensiva. Además, en esta última faceta, posee una mano codiciada por todos para los tiros de tres puntos y una magnífica visión para cortar al aro utilizando la puerta de atrás.

Lucía Auza (14 años). Combativa, pasional y encaradora, fiel ejemplo del estilo uruguayo. La montevideana mostró cualidades admirables dentro del desarrollo de la competencia. Utilizando muy bien la penetración, aunque también podía encestar de tres puntos, quebró defensas aprovechando su potencia, su físico y su capacidad de pases y de definición. Incluso, llegó a jugar algún partido con golpes, lesiones y lagrimas en los ojos. Motivante realmente.

Coral Villalba (14 años). La interna paraguaya se las tuvo que ver contra contendientes mucho más altas y eso no le impidió desempeñarse de la mejor forma, demostrando que con garra y corazón se puede suplir la falta de centímetros abajo del aro. Dura, férrea y con mucha técnica, aprovechó su velocidad y buen tiro para encarar a sus rivales de frente y alejándolas del tablero.

María José Salguedo (14 años). La capitana colombiana resaltó notablemente en su equipo. Osada y valiente en su juego, enfrentaba a las defensas a partir del aclarado, el uno contra uno y la penetración. Además, si la marca no era pegajosa, también podía hacer daño desde afuera del área con el tiro de tres puntos.

Estas son solamente algunas de las que sobresalieron de las muchas más que también tuvieron sus momentos dentro del torneo. Niñas que se están formando y que están haciendo sus primeros pasos a nivel continental. Esperamos deseosos ver el progreso de estas jugadoras en el Sudamericano U-15 del año que viene.