El elenco ecuatoriano se impuso por 69-51 pero no le alcanzó para descontar los 34 puntos de brecha que obtuvo la escuadra boliviana en la ida. De esta manera el equipo que dirige Giovanni Vargas se metió en el grupo “B” del Preclasificatorio Americano que se disputará en julio.
El Coliseo Voltaire Paladines Polo de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil fue testigo de la historia. En un cotejo atrayente de principio a fin, Ecuador le ganó a Bolivia por 69-51, pero no le alcanzó para quedarse con la serie. Por esto la escuadra boliviana se metió en el grupo “B” del Preclasificatorio Americano, en donde ya estaban Paraguay, Nicaragua y la anfitriona Chile. El cuadrangular de no mediar inconvenientes se llevará adelante los días 13, 14 y 15 de julio en Santiago.
De igual manera la noche inició mejor para el dueño de casa. Con aplomo, paciencia en el juego estacionado y otra actitud al momento de defender, se quedó con el primer cuarto por 17-10 y apuntaló su buen pasaje con un 21-8 en el segundo, yéndose al descanso largo en ventaja de 20 (38-18).
Con todo el segundo tiempo por delante la estrategia era clara: alejarse otros 14 puntos y de esa manera equiparar la brecha que su adversario le había sacado en Tarija el último sábado (34 tantos, tras el 91-57).
Sin embargo ese parate le cayó mejor a Bolivia. Los huéspedes pudieron repasar conceptos, tranquilizarse y usar el reloj y el buen colchón de puntos obtenidos en la ida a su favor. Este cambio se notó de inmediato dentro del parquet y el trámite fue distinto, al punto tal que prácticamente anotó la misma cantidad de puntos que en los anteriores dos cuartos.
Si bien el liderazgo ecuatoriano nunca corrió riesgo, el conjunto boliviano no solo equiparó las acciones sino que se terminó llevando ese tercer segmento (17-11), alejando los nubarrones de preocupación de su horizonte y trasladándole la presión a su contrincante.
Con solo diez minutos para que todo termine ambos elencos se vieron separados por 14 tantos (49-35) y la desesperación entró en escena.
El tiempo se volvió el mayor obstáculo para los anfitriones, los cuales pese a nunca rendirse, vieron como poco a poco la ilusión de la clasificación se les iba apagando. En contra partida, las filas bolivianas comenzaron a liberar tensión, sabiendo que el desenlace era inminente.
Con la bocina de cierre se desató el festejo visitante, que así consiguió el objetivo de seguir en carrera tras el sueño de ser parte del Mundial 2023.
En el plano estadístico, Luis Riascos fue el máximo artillero del triunfador con 22 unidades, a las cuales les agregó 6 rebotes, 5 asistencias y una valoración de +29. Por detrás y llegando desde la banca, Johu Castillo lo acompañó con 17.
Por el elenco boliviano Luis Choque marcó el rumbo del ataque con 23 (9/11 en tiros libres) siendo escoltado por Ronald Arze, el cual saliendo como sustituto entregó otros 12.
